El jefe de la Policía del Chaco, comisario Fernando Romero, afirmó en declaraciones para CIUDAD TV que el aumento de casos de robos en la vía pública y las viviendas, como en el caso del barrio Llaponagat, donde vecinos denuncia que se dan al menos cuatro por semana, se debe a las “muchísimas personas en situación de calle que roban toda la madrugada”.


Romero describió que “la gente en situación de calle deambula durante toda la madrugada, toda la siesta y se hacen de todos los elementos que puedan tener a su alcance en los domicilios”. Precisó que entre los objetos sustraídos se encuentran “basureros, focos, garrafas, bicicletas, motos”, y señaló que se trata de personas “que no tienen paradero fijo”, por lo que “hay que hacer mucha prevención para evitar esos robos que realmente le indigna al vecino”.

Indicó que las comisarías cuentan con móviles, pero “obviamente no damos abasto”. Aseguró que los efectivos “los detenemos en flagrancia, en otros casos en actitudes sospechosas antes que roben, pero son muchos realmente, es preocupante”. Agregó que la situación “no escapa a lo que es el país” y que este escenario “lo venimos notando hace dos o tres años”.

Romero explicó que parte de los robos está vinculada al mercado de estupefacientes: “Mucha gente en situación de calle roba lo que puede para ir al punto de venta de drogas y cambiarlo por una bochita de cocaína o venderle a algún reducidor”.

El jefe policial destacó la importancia del uso del Centro Multiagencia: “Hay que utilizar las herramientas tecnológicas que hoy tenemos… ahí registramos todas las incidencias”. Señaló que los vecinos “pueden llamar, pueden comunicar la incidencia o el delito para que quede registrado en la base de datos y poder iniciar de oficio”. Sin embargo, advirtió: “En muchos casos detenemos al autor con el foco, con la luminaria o con el cable, pero no tenemos denuncia y el fiscal ordena la liberación… porque nadie acciona penalmente contra esa persona”.

Escuela de Policía

Sobre el refuerzo de la fuerza policial, Romero anunció que “en la primera quincena de diciembre, antes del 15 seguro, vamos a tener el acto de egreso de 400 nuevos agentes”, que se incorporarán a las unidades operativas.

También informó que en la promoción que está próxima a ingresar “se realizó un control sorpresivo toxicológico ordenado por el Ministerio de Seguridad”. Añadió que “dio positivo a cocaína un alumno y esta tarde en la otra tanda dio positivo a marihuana. No pueden egresar con esa situación”. Señaló que “es habitual el examen toxicológico cuando ingresan a la escuela” y que ahora también se exige al egreso.

Con respecto a las incorporaciones previstas para 2025, indicó que “van a ingresar 50 ciudadanos para formarse como cadetes de primer año… y 150 ciudadanos para formarse como agentes”, totalizando “200 cupos para el mes de marzo”. Detalló que este año “no promocionan oficiales” y que la fuerza requiere entre 11.000 y 12.000 efectivos para un servicio de mediana cobertura, mientras que con los nuevos egresados “vamos a tener 8.200 policías”.

Romero informó que en agosto se cerró la inscripción con “aproximadamente 7.500 inscritos” para 150 cargos de agentes y 50 de cadetes. Explicó que ya se tomó la prueba física y que en los próximos días se realizará “la prueba de conocimiento o el examen cognitivo”, seguido del examen médico, psicológico y toxicológico. Confirmó que ingresan “de ambos sexos” ya que “siempre necesitamos la presencia de personal femenino por razones del servicio”.

Consultado por el fallecimiento de un oficial en un curso de infantería, Romero señaló: “Tuvimos dos casos graves”, en referencia al oficial principal Duarte y al sargento Franco. Explicó que las descompensaciones se produjeron “en la caminata desde Resistencia hasta el polígono de Colonia Benítez”, parte de un curso nacional e internacional.

Aclaró que “la inscripción es voluntaria” y que “el cursante… sabe que se somete a un estrés físico y psicológico bastante exigente porque formar un infante no es lo mismo que formar un policía convencional”. Explicó que ambos participantes “conformaron su carpeta médica, no tenían ninguna indicación contraria” y que Duarte sufrió “un problema renal, que en definitiva le terminó costando la vida”, al igual que el sargento Franco, que presentó “el mismo problema renal por deshidratación”.

Romero indicó que “se inició una causa judicial… y un sumario administrativo para determinar responsabilidad de los instructores si es que la hubiere”. Añadió que este tipo de capacitación “es muy exigente… en cualquier fuerza federal, en cualquier provincia o en cualquier país de Sudamérica”.