La turista australiana Emma Kevky, que el lunes pasado fue atacada y violada en un sendero de montaña cercano a El Bolsón, no reconoció al único detenido en la causa como su agresor, por lo cual fue liberado por la justicia, informaron fuentes de la Fiscalía.

El sospechoso, un hombre de 30 años vecino de El bolsón que había sido detenido el viernes a partir de la descripción brindada por la víctima fue trasladado anoche a Bariloche e indagado por el juez Miguel Angel Gaimaro Pozzi, tras lo cual fue sometido a una rueda de reconocimiento con la víctima, que resultó negativa, por lo que fue liberado.

Mientras tanto, las pericias médicas continuarán para determinar otros detalles del abuso, que fue confirmado por un perito. La joven australiana de 23 años fue atendida el jueves por una ginécologa en el hospital de El Bolsón y allí se constató que podría haber sido abusada sexualmente, algo que fue constatado 24 horas después por el médico forense que la revisó.

La joven había sido vista por última vez el lunes pasado cuando una amiga la dejó en la base de un recorrido turístico que lleva al Cajón de Azul, en las afueras de la ciudad rionegrina.

Como ambas tenían que verse ese día a la noche y no apareció, la chica radicó la denuncia ante la policía de Río Negro y luego de tres días de búsqueda, Kevky fue hallada este jueves en el bosque por una turista.

La chica estaba golpeada, shockeada, deshidratada y semidesnuda, pero evitó hablar sobre un posible abuso. Además, trascendió que la turista australiana comió insectos y frutas silvestres para sobrevivir esas 72 horas, según indicó su amigo Bruno Meister.

Emma fue asistida en el lugar en el que fue encontrada, y luego derivada en helicóptero al hospital de El Bolsón, donde quedó internada fuera de peligro. Hasta allí se acercaron efectivos de la Policía y el fiscal Francisco Arrien, ante quienes la chica radicó la denuncia.

Kevky relató que apenas comenzada la caminata fue atacada por un hombre de entre 30 y 40 años que en un principio le había ofrecido ayudarla a subir por un atajo, pero como ella se negó le pegó con una piedra en la cabeza y la tomó del cuello hasta desmayarla.

Agregó que al despertar, el atacante seguía allí y ella empezó a gritar, pero su agresor le tapó la boca y le quitó las zapatillas de trekking para que no pudiera seguirlo, además de sustraerle la remera.


Fuente: Ambito.com