Futbol Teo no pasa desapercibido  Perdió el avión y llegó tarde a la pretemporada. Es poco amable con hinchas y periodistas. Se aísla del plantel. D’Onofrio y Francescoli están fastidiados con el colombiano. En una de sus primeras declaraciones como jugador de River, Teófilo Gutiérrez aseguró que su compañeros debían hacerlo goleador. En cambio, menos de seis meses después, el colombiano bajó un escalón y dijo: “Tenemos que trabajar para que Cavenaghi sea el goleador del torneo”. Así aisladas, estas dos frases parecerían denotar que Teo acepta que el equipo está por encima de todos y particularmente, de él. Pero estas palabras son el árbol que tapa el bosque de su comportamiento, el mismo que despertó malestar en la dirigencia, que hoy llegará a Tandil para, entre otras cosas, hacerle saber que no están contentos con cómo arrancó el año. El hecho más notorio tal vez fue que, en vivo para todo el continente, se haya dado vuelta sin responder una pregunta que no revestía ningún tipo de incomodidad y así terminar abruptamente el intercambio con la prensa. Pero tampoco cae bien que sea, quizás, el jugador menos simpático con los hinchas que se acercan a ver las prácticas, a la hora de sacarse fotos y firmar autógrafos. Que prácticamente no se relacione con sus compañeros -en las prácticas solo charla a veces con Jonathan Fabbro- es un dato menor, pero que sirve para entender un poco más cómo se maneja el colombiano en Tandil. La misión de Rodolfo D’Onofrio y de Enzo Francescoli, los que pretenden hacerse cargo de esta situación, es hacerle entender que el club está por encima de las personas y que su accionar mancha la imagen de River, no sólo la suya. ¿Tiene motivos Teo para estar molesto? El tema económico es algo que lo pone sensible. Es que el club les debe a los jugadores la prima del año pasado (el tesorero Andrés Ballotta tiene pautada una reunión hoy con los referentes para tratar el tema), y además el sueldo del delantero está dentro de los cientos de cheques que la gestión de Passarella dejó para que su sucesora se haga cargo en los primeros meses de 2014, por lo que cobró poco y nada de lo pautado en el contrato firmado en agosto. En cuanto a lo futbolístico, no tendría por qué quejarse. El semestre pasado lo vivió en constante tensión por querer jugar detrás de un centrodelantero, y el primer refuerzo fue un goleador a quien poder asistir. Si la atención que acapara Cavenaghi molesta a Teo ya es difícil de asegurar, pero no sería raro que sienta algo así alguien que despertó la necesidad del presidente de ir a hablarle para aclararle que no está por encima de River.
Viernes, 10 de enero de 2014
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