Vuelven a reclamar justicia.
María Inés Daveiro: "Daría mi vida por estar en el lugar de Matías".
María Inés Daveiro volvió a reclamar justicia por su hijo Matías Berardi, secuestrado y asesinado hace un año y medio. Contó en Radio 10 que los hermanos preguntan si los criminales están presos...

Jueves, 29 de marzo de 2012
La madre del joven de 16 años secuestrado y asesinado hace 18 meses habló en diálogo con Radio 10 sobre cómo es su vida hoy sin su hijo y de su esperanza de que haya justicia por el crimen.
"Lo secuestran, lo torturan física y psicológicamente, pasa por un calvario y lo fusilan. Estas personas no tendrían que estar actuando con tanta impunidad", se lamentó María Inés, para quien el hecho "no fue planificado y fue al voleo". Aprovechó la oportunidad para reclamar justicia por Matías y afirmó que "esto no tiene que quedar así". " Creo que desde las instituciones tiene que haber respuesta", añadió.
Asimismo, se refirió a su vida después de la muerte de su hijo. "Con mi marido estamos muy unidos", contó la mujer, quien añadió que su hijo más pequeño le pregunta si los acusados "ya están presos". "Tenemos tres chicos más y la obligación de darles respuestas", agregó.
Ante la ausencia de Matías, María Inés dijo que hoy (cuando se cumple un año y medio del asesinato) "es un día para recordarlo". Añadió que tiene objetos de él y guarda su ropa. "Son cosas a las que uno se aferra", afirmó. "Daría lo que fuera por estar en el lugar de Matías en este momento. Daría la vida por él", aseguró la madre. "No hay cinco minutos que pasen sin pensar en mi hijo", aseveró.
El 28 de septiembre de 2010, el adolescente concurrió a una fiesta de egresados de un colegio de San Isidro que se celebró en una disco, ubicada en Costanera Norte de la Capital Federal; desde allí alquiló una combi para regresar a su casa. Hacia las 5:30 se bajó del vehículo en Ruta 26 y Panamericana y cuando caminaba rumbo a su domicilio fue raptado; unos minutos después se comunicó con su padre y, entre lágrimas, le dijo que estaba secuestrado.
Desde entonces hubo varios llamados extorsivos mediante los cuales los delincuentes exigieron el pago de un rescate que varió de $500 a $30.000. El menor estuvo atado y vendado en un taller de la localidad de Benavídez; en un momento logró escapar del lugar de cautiverio y comenzó a pedir ayuda entre los vecinos, que por el temor a los robos desconfiaron de su súplica.
Los secuestradores lograron recapturarlo y al creer que el joven ya podía reconocer el lugar donde estuvo secuestrado y también las caras de algunos de sus captores, decidieron fusilarlo.
Por el hecho, ya fueron detenidos 11 delincuentes, quienes esperan el jucio oral y público. "Él tenía un montón de sueños. Es una vida inconclusa y lo asesinaron porque sí", se lamentó María Inés.
Fuente:Infobae.com