Crisis en Europa Sorpresa en el Reino Unido: renunció otro líder del Brexit  Nigel Farage, del euroescéptico UKIP, fue uno de los más fervientes impulsores de la salida británica de la UE. Dice que abandona su partido para descansar y estar con su familia.
Los perdedores de la globalización, los que alguna vez fueron laboristas, se fueron al UKIP con el populista Nigel Farage y le dieron el éxito al Brexit en el referéndum británico. Por segunda vez en un año, Nigel Farage los abandona y renuncia a liderar el partido para descansar y estar con su familia. El último capítulo de esta trágica telenovela británica pos Brexit.
En una conferencia de prensa en Westminster, Farage, el ex trader de la City británica y aún diputado europeo, anunció su renuncia al mediodía del lunes. “Yo siento que hice mi parte y no podía hacer más de lo que conseguimos en este referéndum. Durante el referéndum, yo dije que quería mi país de vuelta. Ahora quiero mi vida de nuevo”, anunció, para justificar la tercera renuncia de su vida política.
“La victoria del Brexit en el referéndum significa que mi ambición política se ha cumplido. Yo llegué a este combate desde los negocios, porque yo quería una nación que se gobernara sola, no para ser un político de carrera. UKIP está en una buena posición y va a continuar con mi apoyo para conseguir un voto significativo. Aun cuando nosotros sabemos que ahora los términos para irnos de la Unión Europea no están claros. Pero los mejores días para el UKIP están por llegar”, dijo en el día de su renunciamiento.
“Yo voy a mirar las negociaciones en Bruselas como un águila y puede ser que comente en el Parlamento Europeo de tanto en tanto. Yo estoy comprometido con los movimientos de independencia que están naciendo en otras partes de la Unión Europea. Pero una cosa es cierta: ustedes no han visto el último país que se quiere ir de la Unión Europea”, anunció, exultante, cuando Gran Bretaña aún no sabe si avanza o no en el camino del Brexit.
“Si no tenemos un acuerdo satisfactorio para 2020, miren este lugar”, dijo, a la hora de despedida.
Culminará su mandato europeo, que ha tenido por 17 años, y después, regresará a hacer plata porque siempre ha dicho que la política lo ha vuelto demasiado pobre y lo ha obligado a endeudarse.
A los 52 años, Farage fue líder del UKIP desde 2006 al 2009, renunció y volvió en 2010 para supervisar la elección. Nueva dimisión en el 2015, para reasumir días después y liderar la campaña que lleva a Gran Bretaña fuera de la Unión. Su promesa ahora es supervisar el Brexit y sus negociaciones pero sin liderar el UKIP. Palabra de Farage. En la mañana de ayer, prometió que no habrá vuelta atrás. No regresará aunque siga siendo parte de sus filas. No todos le creen.
Fue él quien transformó un partido minoritario y que nadie tomaba en serio en el partido de la bronca populista que hoy representa. Como un Pacman, Farage supo aspirar a la izquierda y a la derecha, en el Partido Conservador y en el laborismo, con la decepción frente a la Unión Europea de los británicos y el crecimiento de la inmigración, para convertirse en la perturbadora fuerza política que es hoy.
A la campana del Brexit la hizo solo. Nadie lo aceptaba en sus filas porque los tradicionales de la política lo consideran un anti sistema.
Ahora comienza la carrera por su sucesión. Gracias al sistema electoral británico, el UKIP solo tiene un diputado en la Cámara de los Comunes y se peleó con Nigel Farage. Se llama Douglas Carswell, es un ex conservador que se pasó a sus filas. Fue el primero en enviar un “emoji” con anteojos y una sonrisa al conocerse su renuncia. La ruptura fue porque su aliada, Suzane Evans, habló contra las denuncias por homofobia que enarbola el partido. El había pedido el año pasado que Farage se fuera.
Pero, obviamente, él no es el favorito en esta sucesión. Farage prefiere como sucesor a otro diputado europeo, Steven Woolde, vocero del UKIP en inmigración, o Paul Nuttall, su numero dos. Se sabrá en la conferencia partidaria, que se celebrara en septiembre.
Nutall se posiciona como un probable heredero y ya advirtió el estado de catástrofe en el que se encuentra el laborismo, en ruptura entre sus parlamentarios y sus bases. Nutall, que es un diputado europeo para el noroeste de Gran Bretaña, es la mayor amenaza para el laborismo en esta región.
Pero también el UKIP tiene aspiraciones de recoger el descontento de los conservadores, si el líder elegido como primer ministro no responde al Brexit. Piensa aspirarse a los torys enojados y crecer.
Farage insistió en que el nuevo primer ministro británico debe ser del Brexit y mencionó a Andrea Leadsom, Michael Gove y Liam Fox, que apoyan la partida de Gran Bretaña de la Unión, como las posibilidades.
Si la elegida es Theresa May, que es euroescéptica, ni hizo campaña para el Remain pero va a negociar el Brexit, dos donantes millonarios de UKIP pueden apoyar a un nuevo partido anti europeo, pos Farage, que puede crecer como “el Ukip con esteroides”.
El legado político de Farage no será su sonrisa fácil, su carcajada, su accesibilidad sino el póster de miles de refugiados cruzando la frontera en Croacia, huyendo de Siria, bajo el eslogan Breaking Point. A todos trajo esa imagen de la propaganda nazi de los años 30. P ero él jamás se arrepintió de usarlo y ni siquiera pidió disculpas al fotógrafo.
Fuente: Clarín
Lunes, 4 de julio de 2016
|
